HISTORIA 1994-2011

Documento preliminar FS002

RED CULTURAL DEL SUR
Nelson Ullauri
Experiencia de la Red Cultural del Sur de la Ciudad Metropolitana de Quito
(grupo Gestión de la Gestión de la Red Cultural del Sur)

Presentación.
Somos un conjunto de personas del sur de la ciudad metropolitana de Quito–Ecuador, que comenzamos a reunirnos hacia septiembre de 1997, preocupados por las condiciones de nuestros espacios urbanos, en el área de la cultura y con la convicción de la necesidad de una planificación urbana participativa que conduzca a una mejora en la Calidad de Vida con desarrollo sustentable.
A más de 10 años de haber comenzado con esta iniciativa, con el aporte de sinnúmero de personas que pasaron por el sistema de trabajo, con muy diversas actividades realizadas, las organizaciones hemos definido la necesidad de conformarnos en la Red Cultural del Sur, y que esta Red sea un proyecto colectivo de las personas que seguimos creyendo que se pueden hacer las cosas de otra manera y que se consolide en el quehacer cotidiano.

La Red Cultural del Sur no es una asociación, ni una institución en el sentido tradicional, por lo tanto, no es una propuesta que se genere desde una agrupación particular. Sino, una propuesta que se ha venido gestando a partir del espacio de articulación, reflexión y trabajo que se crea entre vecinos, organizaciones, grupos, proyectos, etc. Cada integrante, participa voluntariamente del espacio de trabajo a título personal y/o organizacional.

En los hechos somos: personas a título individual, gestores culturales, artistas, profesionales, organizaciones artísticas y sociales etc., que hemos venido funcionando como una RED con una estructura horizontal, que se ha ido generando desde un ámbito de diversidad social y cultural, interdisciplinario e intersectorial, intercambiando experiencias y buscando nuevas soluciones a las limitadas ofertas culturales y a las problemáticas urbanas del Sector Sur de Quito.

Hoy debemos pasar a una nueva etapa, donde consolidemos la Red Cultural del Sur bajo una concepción metodológica, que plantee una Planificación Participativa, que nos permite articular los distintos saberes e ignorancias para producir nuevo conocimiento y sobre la implementación de una Gestión Asociada, donde el Estado, Municipio, Gobierno de la Provincia y los vecinos/la comunidad, conjunta y corresponsablemente elaboremos y preparemos las decisiones y trabajemos los conflictos. Este espacio promueve un nuevo modelo de gestión del espacio público, con el objeto de recuperarlo, resignificarlo y sostenerlo en el tiempo, otorgándole viabilidad y sustentabilidad a través de la gestión asociada (entre Estado y Sociedad). Por eso decimos planteamos una Red mixta, socio-gubernamental, que trabaje en alianzas transversales para una reconfiguración de la política cultural.

Para esto ha sido y es necesario estar dispuesto a aprender a escuchar, a explicar, a ser más tolerantes, a trabajar horizontalmente, a ser más solidarios. En la medida en que avancemos en la práctica de esta experiencia innovadora, vamos siendo ese proyecto colectivo que queremos ser. Por lo tanto, no sólo hay que ensayarlo, sino también, contribuir a que sea eficaz y exitoso. Estamos hablando de un nuevo saber-hacer.

Con la Red Cultural del Sur se procura recuperar a la Planificación como una herramienta válida para la definición del modelo de ciudad que queremos, recupera el papel determinante de la cultura para elegir el modelo de desarrollo que queremos. Por eso decimos que la planificación es un asunto que compete a todos/as, y entendemos que la planificación debe ser participativa cuando construye situaciones de trabajo que crean vínculos, al elaborar y preparar las decisiones en forma conjunta.

Entonces la Red Cultural del Sur debe ser un sistema de trabajo, unas prácticas que conjugan a un actor colectivo técnico-político-comunitario, organizado en una red mixta socio-gubernamental, que planifica y gestiona participativa y asociadamente.

Caracterización del contexto.
DESDE EL SUR ENTENDIENDO LA CIUDAD.
El crecimiento de la ciudad de Quito tiene una primera fase como la de todas las urbes y ciudades del mundo. Un Quito aborigen, enclave donde concordaron factores económicos, geográficos y culturales a nivel local e incluso interzonal Los españoles fundaron su Quito sobre las ruinas de la ciudad milenaria, con el nombre de San Francisco de Quito, nombre que en sí demuestra el subsiguiente sincretismo que ha dado origen a la cultura diversa del actual Ecuador.
Quito se constituyó en ciudad unicéntrica cuyo casco originario se ha mantenido como centro funcional y afectivo y que constituye hoy el Centro Histórico. El límite sur de la ciudad de Quito se situaba a la altura del Panecillo, el resto correspondía a las planicies de Urinsaya y Turubamba donde se asentaban las haciendas, especialmente religiosas, y los poblados de indígenas de carácter rural como los de Chillogallo, Machangarilla, y Chilibulo.
Lo que la revolución industrial en Europa, a mediados del siglo XVIII, determina una nueva fase en el crecimiento de las ciudades europeas, se da en nuestro país con los vientos de las ideas liberales que se concretan en buena parte con la revolución liberal de Eloy Alfaro a fines del siglo IXX. En este proceso revolucionario se generan hechos como la eliminación del concertaje, la vigencia de las relaciones salariales de trabajo, las propiedades de la iglesia se declaran de utilidad pública, la educación laica, entre otros que determinan para el conjunto del Ecuador una nueva etapa de su historia. Para la ciudad y para nosotros el SUR, se torna significativo el arribo del tren a la estación de Chimbacalle de Quito el 25 de junio de 1908. Las rieles se constituyen en el futuro inmediato en la columna vertebral que sustenta el cuerpo de la ciudad Sur. Alrededor de esta estación empiezan a asentarse las iniciales industrias, como la fábrica La Internacional y Artigas. Estas fábricas requieren mano de obra que fue cubierto por inmigrantes que venían de las zonas rurales que sumadas a los obreros ferroviarios dan forma a los primeros barrios obreros de Chimbacalle, La Méjico, La Ferroviaria, la Primero de Mayo. 

Quito empieza a desparramarse siguiendo su eje geográfico natural hacia el sur y el norte.
“El municipio de Quito en sus planes reguladores en los años 1939-1940 proponía la construcción de viviendas obreras en Chimbacalle, barriadas para artesanos en la calle Bahía, viviendas de bajo costo para la clase media ubicadas en el Sur, mientras que la ciudad jardín fue concebida hacia el norte de la Colón de a perro, en la actual Mariscal.” Esta segregación social y espacial se expresa en el espacio urbano hasta nuestros días: hacia el sur los sectores populares y hacia el norte los sectores hegemónicos. En el Sur de Quito se empieza a conformar el barrio de La Villaflora, el Pintado y otros. Los poblados originarios de Machangarilla, Chillogallo, Chilibulo vinculados todavía a la vida rural y al régimen de hacienda empiezan a ser absorbidos por la ciudad.

Debido a la inserción del país en el mercado internacional, al auge de la agroexportación y a la reforma agraria, la construcción urbana adquiere mayor significación. Multiplicándose este proceso en las décadas setenta y ochenta debido al boom petrolero, que pone en vigencia la sustitución de importaciones, un proceso de industrialización diversificada que se asienta en gran parte en el Sur de Quito. Fábricas de autos, de electrodomésticos, madereras, metalmecánicas, licoreras, tabacaleras, alimentarias, etc. crean oportunidades nuevas en la ciudad y atraen a miles de personas que se mudaban de las zonas rurales y de las ciudades pequeñas buscando empleo y una vida mejor. Esto más el alto índice de crecimiento natural (8 a 10% en los barrios marginales) determinan un crecimiento vertiginoso de Quito. Urinsaya y Turubamba, los dos grandes sectores que al sur del Panecillo forma la geografía son ampliamente poblados.

Como consecuencia de la actual estructura económica del país y del mundo, las promesas de las ciudades no siempre se cumplen. Las ciudades pueden ser conocidas por sus luces brillantes, pero no todos los que se mudan, o hayan nacido allí tienen igual acceso a lo que las ciudades ofrecen. Hoy vivimos otra fase en el crecimiento de nuestra ciudad. Hoy miles de personas, que buscando mejores días, emigran hacia otros países, configuran un nuevo fenómeno que se vive notoriamente en el Sur de Quito y que determina problemáticas, ventajas y nuevas conformaciones de nuestro espacio.

Este marco histórico general quedaría vacío sino rescatamos fundamentalmente una particularidad que hace de La Ciudad Sur diferente y muy particular. Es el hecho que es un espacio urbano joven, es un espacio urbano ganado por la gente, hecho y sufrido por todos y todas. Compuesta de una población nativa, migrante y nacida aquí y que es fácil rastrear la genealogía inicial de sus habitantes. El Sur se constituye en una síntesis de un Ecuador diverso que genera poco a poco su propia identidad.

En este contexto, el Sur acumula una amplia experiencia: de la organización barrial y obrera planteando soluciones a problemas básicos, agua, luz, calles, empleo, salarios, de las protagónicas participaciones de la población del sur en diversas protestas sociales, de la organización de los comerciantes informales, del empuje de los empresarios propios, de la organización deportiva, de la juventud, de los rockeros, quienes de concierto en concierto, en espacios rebuscados y renegociados delimitan su territorio como movimiento en el Sur, de las culturas urbanas contemporáneas, de los submundos, de los grupos culturales y artísticos que experimentan expresiones y escenarios, del trabajo y la solidaridad manifestada día a día.

Experiencia acumulada que determina creatividad para proponer. Creatividad manifiesta en inéditas formas de organización comunitaria, creatividad demostrada en cada una de sus viviendas levantadas por autogestión, de ladrillo en ladrillo, de bloque en bloque y de minga en minga.

Por todo esto en el Sur se torna más claro la significación vital de la ciudad que no solo reside en el hecho de representar una concentración de poder y de sacralidad, sino en el ser un objeto cultural: Polariza, almacena y transmite la cultura. El Sur en la medida que se construyo por la gente que vino y nació aquí genera un sentir muy particular del sureño; que este espacio pertenece a todos los ciudadanos y que todos lo construimos de manera consciente o inconsciente lo que permite y posibilita todavía irlo construyendo. Las aspiraciones, sueños, deseos y también los miedos y las angustias configuran sustancialmente nuestra CIUDAD SUR

Desde el Sur, desde la gente estamos proponiendo y empujando a todo Quito a posibilidades mucho más humanas y solidarias. En el campo cultural se abren nuevas propuestas culturales y artísticas que potencializan una gran riqueza y diversidad y que permiten una reconceptualización de la función y alcances de la gestión cultural y del arte.

El contexto actual del Sur de Quito, desde el punto de vista de la problemática urbana, forma parte de la Ciudad Metropolitana de Quito, cuyo centro gravitatorio a nivel socio económico político y territorial, se encuentra en el centro original.

El Sur de Quito, con una población cercana al millón de habitantes, esta constituido por los distritos Metropolitanos Zonales “Eloy Alfaro” y “Quitumbe”. La actividad principal está centrada en la industria, el comercio, formal e informal, y los servicios. A nivel local, cuenta ya con un centro de importancia en los aspectos financiero, administrativo, de servicios, educativo, así como en lo que respecta al uso residencial.

La situación socio-urbana general no escapa a las que podríamos caracterizar para toda el área metropolitana. Esto significa que conviven los diferentes extremos en cuanto a calidad de vida, con situaciones más favorecidas que contrastan con otras completamente desprovistas de sentido común, bochornosas para la dignidad humana, con carencias de todo tipo. La inseguridad y violencia urbanas, el desempleo, la precariedad laboral golpean por igual, como rasgos característicos de los últimos tiempos, seguidos de la segregación, discriminación, marginación y la emigración como mecanismos de reacción consecuente con lo anterior. Esta situación social en el campo cultural es clara por la inexistencia de políticas culturales adecuadas, que faciliten el accionar de las diversas propuestas artístico-culturales de sus pobladores y la falta de espacios específicos para cubrir el crecimiento de la demanda cultural actual.

En cuanto a los nuevos mecanismos de desarrollo urbano, no ha quedado el Sur al margen. La lógica del desarrollo a través de la inversión privada, que predomina en los últimos años, determina un muy estrecho margen para la defensa de los derechos del interés público frente al interés privado. Los impactos generados por estos emprendimientos son importantes debido a su alto grado de concentración en relación inversión-superficie-área de afectación. Se trata de hipermercados, shoppings, barrios cerrados o condominios, que han proliferado en los últimos años imponiendo su lógica. No se han realizado estudios con relación al impacto que generan (en cuanto al desarrollo de la cultura), con lo cual, hay escasas chances de reversibilidad o mitigación en los casos negativos.

Fundamentación.
Sabiendo que, en los tiempos actuales, las problemáticas de la ciudad han alcanzado una gran complejidad, donde ya no bastan las opiniones y las voces de los especialistas, técnicos o políticos, también es necesario el compromiso y la participación de la comunidad, entendiendo esto como un aporte, un enriquecimiento, en el sentido de buscar soluciones apropiables y apropiadas para todos.

a. Sentido de la apropiabilidad.
En este sentido, hay innumerable cantidad de experiencias que demuestran, que con la participación directa de la gente en el desarrollo de las políticas y en la toma de decisiones, éstas se hacen más eficientes. "En una comunidad donde todos se reúnen alrededor de la búsqueda de una solución, sin dudas, esa comunidad tiene un futuro mejor."
Resolver problemas que afectan a una comunidad a partir del compromiso de los actores involucrados, en un proceso organizativo, significa, poner en práctica estrategias de negociación, articulación y optimización de recursos para construir una instancia de toma de decisiones compartida, que permita impactar sobre condiciones de su calidad de vida.

b. Demanda de ética y transparencia en el manejo de la cosa pública.
La demanda de ética y transparencia en el manejo de la cosa pública es un fenómeno político notable de los últimos tiempos, fenómeno que sin duda es reflejado en la opinión pública generalizada. La mayor parte de los hechos gubernamentales son sospechados de corrupción, de intereses oscuros, porque se procesan por métodos de gestión que ocultan y deforman, en vez de mostrar y esclarecer. La sociedad reclama transparencia en las decisiones, información de las finalidades, ética en el manejo del poder y el uso de los recursos públicos, lo que lleva implícito la demanda de un modelo diferente de gestión, que asegure un escenario decisional visible, accesible y participativo, propenso al control democrático.

Si no se hacen esfuerzos para que los proyectos y las políticas públicas sean municipales, provinciales o estatales sean políticas de la ciudad, en el sentido que también sean de los vecinos, la sospecha de falta de ética pasará a ser certeza, el entramado social se replegará y la desconfianza se acentuará. Quienes hemos venido trabajando en la gestión social y cultural, los artistas, las organizaciones queremos afrontar este esfuerzo de incidir en la forma de hacer comunidad y ciudad.

c. Construcción de actores colectivos.
Este proyecto se plantea como un aporte en la búsqueda de soluciones que hacen al bien público. De esta forma, se presenta la necesidad de gestionar la gestión participativa, proceso al que denominamos "gestión de la gestión", que en la práctica deriva en una gestión de redes. La concepción de Gestión Asociada produce efectos en el proceso decisorio, en la solidez de los movimientos sociales, en la reconstrucción del entramado social sólo por el hecho de practicarla, de construir esos escenarios.

De más está decir que los contenidos sustantivos de tales programas, respecto a la equidad, la no-discriminación, la integralidad y la eficiencia, serán resultado de la negociación, intercambio y consenso que sucederán, sin ninguna duda, en dichos escenarios.

Cuestión de fondo.
Se hace necesario, entre otras cosas, el debate y la reflexión sobre las problemáticas enunciadas más arriba, y otras, en el seno de la comunidad, para elegir el modelo de ciudad que se quiere, y para consensuar y desarrollar estrategias en ese sentido que, en definitiva, apunten a la mejora de la calidad de vida en toda la ciudad en el marco de un desarrollo local sustentable y en el contexto de Quito ciudad metropolitana

En este sentido, acogemos la concepción metodológica de la Planificación Participativa y Gestión Asociada aplicada desde hace casi veinte años en distintos lugares de Latinoamérica. Con la conformación de la Red Cultural del Sur se pasa a un modelo de prácticas asociadas, cogestivas (entre estado y sociedad), asentadas en modos de elaboración que significan: trabajo conjunto, construcción de vínculo, producción de conocimiento y de soluciones adecuadas-apropiables. Un modelo con el que crece la agregación de los actores sociales y gubernamentales en una alianza capaz de configurar una contrapresión a la inercia de las prácticas descompuestas y desarticuladas de un tejido social resquebrajado inmerso en un modelo cultural que propone y reproduce fragmentación, y a los megaproyectos o grandes emprendimientos de los inversores del mercado, sostenida en otras formas del vivir (convivir) urbano.

El grupo objetivo es la población de todo el Sur de Quito en general, que a través de diferentes procesos/proyectos/escenarios/propuestas tiene la oportunidad de desarrollar prácticas de planificación participativa y gestión asociada, que vayan configurando una nueva forma de hacer las cosas, una nueva forma de conocer, un nuevo “saber-hacer”.

En los antecedentes de estas prácticas (desarrolladas y promovidas desde fines de 1997 a la fecha), podemos hablar de un número de personas que han transcurrido por los diferentes escenarios. A su vez cada proceso/proyecto, de acuerdo a su grado de avance y etapa en la cual se encuentre, sumado a la situación socio-política contextual de coyuntura, puede en determinados momentos potenciarse o no. Como la búsqueda está orientada a la configuración de actores colectivos del orden de lo técnico-político-comunitario, sobre la base de una estructura de red mixta socio-gubernamental que aborda problemáticas de la cultura y su desarrollo, este nuevo actor que se estaría configurando no pertenece a un sector en particular, sino más bien, es el producto de la intersectorialidad, la interdisciplinariedad y la participación abierta de los diferentes actores involucrados, necesarios e interesados en las diferentes problemáticas abordadas.

Involucrando de manera directa a un número variable de personas que se beneficiarán con la capacitación en una práctica innovadora y que ejercita sus posibilidades de incidir en la construcción de las políticas culturales y de profundización del sistema democrático, los efectos de la propuesta alcanzan a toda la comunidad al aumentar la eficiencia y eficacia de las decisiones y acciones que se desarrollan.

Proyecto.
Este es un proyecto en red para mejorar las condiciones de la Calidad de Vida, como un proceso/proyecto de desarrollo cultural local y profundización democrática inserto en la ciudad metropolitana de Quito.

Está orientado a promover, desarrollar y sostener escenarios de planificación participativa y gestión asociada, en el área cultural, que congregue actores diversos, gubernamentales, no gubernamentales, comunitarios, académicos, para la elaboración de planes y proyectos de gestión cultural y artística. En estos escenarios debe generarse un proceso de asociación de recursos y saberes para la producción conjunta de pre-decisiones de desarrollo de la cultura, que se traduzcan en estrategias habilitadoras de las condiciones de cambio y de trayectorias apropiadas para las acciones pertinentes. La participación social en este sistema en red puede realizarse a título individual o a través de diversas formas organizativas, inclusive otras redes.

Septiembre 2005